LA PLUMA DEL ANGEL NEGRO HA CAIDO EN TU JARDIN......

Devotos de la química moderna deambulan por las veredas del complejo habitacional recibiendo la nieve del cielo, caricias del viento. En la penumbra de mi habitación contemplo sin ser visto.

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Hay un mandala al rededor de la luna, hay montañas nevadas y un mar helado, hay nubes dispersas, hay murmullos viajeros nocturnos, mi ansiedad de paz y olvido.

Tengo la garganta rota de tanto alcohol. Me falta una excusa que no muera en el tiempo para morir –he modificado bastante mi carácter, me han obligado- de los pies a la cabeza soy un circo de plena acción. Los redobles en la testa duelen; el rostro de ella lastima. “Su aroma se quedo en mi cama como perfecta tortura” ¡Abre tus ojos y recibe la gloria de querer y comprender el palpitar del hombre!

No somos una fracción de segundo.

Mi limitación humana no me deja admirar tu casa desde aquí. Quiero tu voz oír antes del amanecer, antes de dormir pero, solo tinieblas abundan saliendo y entrando por la ventana, mientras la música continua su efecto de compañía.

Necesito un golpe que me desplace a otra realidad.

Los ignorados lamentan su condición de anónimos, en su semblante puede descubrirse la envidia, el sentimiento que los lleva a equivocarse tanto cuando parodian el proceder de otro en su pobre falta de costumbre ¿personajes melancólicos? ¿Ilustres intolerantes?

IMPROVISACIONES.

Los Divinos
  
I

    Palabras de conflicto.
    Lo que los astros siembran pariendo en la tierra (búsqueda triunfal de culpables).
    Arraigados a ignorar, se burlan de sí.
    ¡Que gran traición seria la realidad! –cuando el ojo del carnero vea el cataclismo del impacto.
    “Nuestras incorporaciones venideras”.
  

2

    Y así, el polvo estelar no era más que condimento de los dioses, su habilidad en la erudición me hacia pleno de ánimos para la exploración. Pero, el muro inflexible.
  

3

    Rujia cada letra por separado.
    El ácrata exponía la anatema en su pecho inacabable.
    Las páginas demostraban a la multitud aquella confabulación creciente de los planetas.
  
4

    Caídos muertos el día y la inocencia; abrazados en festejo los divinos.







































































































Improvisación Dudosa

    Al pintar, la energía del pensamiento y la sustancia en pleno dominio. Delicia que produce la mirada de los “otros”. Satisfacción de lograr el concepto primigenio y final. -¿Conservar o traspasar? ¿Aislarse de la comprensión exacta y general?- reliquia fundada en los brazos de la reflexión y en los cantos de la medianoche pura. 



























































































































Capitales Plazas

I

   Difícil equilibrio, mi canto cruel.
   Son hojas amarillas que caen en forma soñolienta y constante; aun la noche es ajena.
   Paso a paso, reminiscencias infantiles se me acercan al contemplar el respirar de la ciudad porteña –la misma que acecha en la debilidad- aromas y sonidos; árboles como amigos, inmóviles a un costado, casi bajando al pavimento. Lleno el asfalto de ruido que me inquieta la paciencia. El acontecimiento pasado gana.

2

    Y vamos cayendo por el hueco de la incomprensión sin mirarnos siquiera, sin hablar, sin saber.
    Es la causa de “ser como humanos”, esquivando la perfección eterna.
    Velocidad y no el remedio de interpretar ¡cómodos! entonces, cuando intuimos un modo distinto de ver, de expresar, el término se desvaneció olvidándolo rápidamente en justa venganza.

                                                     3

    ¡Antigua noche vuelve pronto que mi niña llora la ausencia de lo oscuro y lo latente! –Son su aliento- ¿acaso el rocío de las estrellas no la hacen brillar cuando mis ojos sin libres de admirarlas?
    ¡Me río de la burla! ¡Me marcho a la plaza refugio!

4

    No la incomprensión, tampoco fraude.
    No al vacío ni a la suerte.
    Construir quiero, de manera tiránica, la ciudad perfecta. Descontinuando esta realidad, diluirme en todo lo deseado.
    Despertar y reír antes de finar.
  
5
  
    Era el bello canto del almiar cual coro de angelitos, lo que se escuchaba sentado en el soportal de la casa vieja. Luego, perseguí la idea de poder unirme a la corrección aquella.
    Me contento con la aspersión del cielo gris que se reparte en conjunto tal otoño seducción.

6

    Obedecen las hojas amarillas la orden del viento, desparramándose sin resistencia. Un magno acontecimiento –segundo a segundo-; mío el ver y descubrir, certeza de gallardía.


LAPLUMADELANHELNEGRO

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