LA PLUMA DEL ANGEL NEGRO HA CAIDO EN TU JARDIN......

Devotos de la química moderna deambulan por las veredas del complejo habitacional recibiendo la nieve del cielo, caricias del viento. En la penumbra de mi habitación contemplo sin ser visto.

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Hay un mandala al rededor de la luna, hay montañas nevadas y un mar helado, hay nubes dispersas, hay murmullos viajeros nocturnos, mi ansiedad de paz y olvido.

Tengo la garganta rota de tanto alcohol. Me falta una excusa que no muera en el tiempo para morir –he modificado bastante mi carácter, me han obligado- de los pies a la cabeza soy un circo de plena acción. Los redobles en la testa duelen; el rostro de ella lastima. “Su aroma se quedo en mi cama como perfecta tortura” ¡Abre tus ojos y recibe la gloria de querer y comprender el palpitar del hombre!

No somos una fracción de segundo.

Mi limitación humana no me deja admirar tu casa desde aquí. Quiero tu voz oír antes del amanecer, antes de dormir pero, solo tinieblas abundan saliendo y entrando por la ventana, mientras la música continua su efecto de compañía.

Necesito un golpe que me desplace a otra realidad.

Los ignorados lamentan su condición de anónimos, en su semblante puede descubrirse la envidia, el sentimiento que los lleva a equivocarse tanto cuando parodian el proceder de otro en su pobre falta de costumbre ¿personajes melancólicos? ¿Ilustres intolerantes?

La Playa Del Cielo.


Desde el centro del planeta el gigante se levanta 
liberando una lluvia 
de escombros y se retuerce estirando los músculos.
Tengo en la frente una cadena de plata cansada de 
pensamientos
que se mueven hacia un punto infinito 
cual rio multicolor.
Hay aroma a sangre en el aire, se mezcla con 
el perfume de
la tierra húmeda, acariciada por la lluvia presente 
en la cercanía, 
casi palpable…
Tengo una cadena en la frente que me esclaviza al sol, 
que me impide evitar que mis ojos se derritan 
por su presencia.
Miro hacia el suelo
y es lo mismo que estar en
la sombra o permanecer oculto. No hay escapatoria.
Se me caen los parpados al suelo 
y los ojos ruedan yéndose…
dejando un rastro brillante.
Sueño con arañas del violeta atardecer, 
suben y bajan por la pared,
flotan sin moverse
mientras, la canción del viento 
abrasada al tiempo lento, 
se hacía presente en la ventana
que mostraba un cielo interminable 
y algunos techos de chapa vieja.
Quise irme en ese compas…
ser un punto en el espacio inabarcable, suspendido.
-todos chocan en la tontería 
y se hacen parte de la queja, 
casi enviciados en el constante
recuerdo de sus fracasos,
reviviendo la experiencia sufrida, puesta en exposición, 
las formas de sus personalidades, su pulso mental.
Anclado hasta el atardecer, me quede.




Tiro e' Luto / tirar el cuchillo de punta.
La luna anaranjada brillaba en el fondo negro de la noche, como si el ojo de dios vigilase mi viaje en tren. Me reconforto sentir su presencia, su mirada de control que protegía mi paz en el amor, que viajase conmigo al costado de la vía, incansable, enorme y precioso, multiplicado en todo. El estaba allí con ella. Ellos eran todas las cosas, juntos transformaron las absolutas sensaciones. Govinda y el amor me inflaron mas allá de las paredes del vagón en desplazamiento, a la vez que me decía "lucia me convierte en guerrero y dios me confirma mirándome con su luz en el astro" juntos me muestran cual es mi destino. Lucia baila en mi pensamiento con la música del dios multiplicado.

Noche de penumbras y sombras en movimientos furtivos. La ciudad esta tristemente adornada con luces brillantes anaranjadas o amarillas o blancas que no alumbran lo necesario exigido, producido en la desconfianza a lo desconocido escondido. Esos ojos investigadores. Huele a humo el aire, a hojarasca ardiendo en baldíos con zanjas a los costados. Paso a paso adelanto el final del regreso. Diluyendo mi viaje, voy encontrando seguridad. Pero la inmensa ciudad me recibe en la noche y con las veredas casi vacías, mutando cada metro a recorrer en pura desconfianza.

El viento pasea los aromas del recuerdo. Buenos Aires me grita aventuras y fracasos de la infancia y, con la sesera rechoncha de imágenes antiguas e imaginarias, inmerso en desatender el alrededor, de repente, un perro me ladra con exageración, haciéndome saltar cerca de metro y medio del susto. Tuve más vergüenza que sonrisas para ofrecer al que me mirase. Me enoje conmigo por tonto distraído. Encendiendo un cigarrillo trate de olvidar la mini comedia en solitario. Continué el andar tarareando una improvisada y pobre melodía con la mente, tara ra ta ta, tara ra ta ta, tata tarara ta ta. Y así, una y otra vez. Hacia frió, estábamos al comienzo de Agosto, en la madrugada del quinto DIA.

De repente camino sin sentir nada, en una inmensa desolación, bajo el perfecto cosmos que parece nunca cambiar. Los sonidos se alejan, huyendo hasta desaparecer. Entonces, la soledad entra en mi, recostándose en mi estomago, comprimiéndolo, naciéndome un vació imnarrable, una tristeza inconmensurable, rígida y aplastante. El fuego que quema los sentidos derrocando toda idea posible de alegría, el fuego torturante de la pérdida.

El amor que me muestra su lado oscuro que siempre espera la oportunidad de mostrarse poderoso.

Dejo un rastro de lágrimas en la mugre para mi fantasma.

"Tengo un barquito que me lleva volando por el cielo entre sueños hasta tu rostro sonriente en el sol"

"En mi piel se quedo tu aroma como perfecta tortura de los sentidos. Los recuerdos de ti me desploman el sueno y solo pienso en desterrar la soledad con la sorpresa de tu guiño antes del olvido, cuando el dolor me venza"

Buscaba una forma rápida de llegar a destino, caminando trataba de recordar en como me había desenvuelto la ultima vez que había estado en la ciudad, un año antes en primavera. intentando ganarle a mi malestar producido por estar en una ciudad, sea la que sea, pues en todas las que estuve experimente similar, me imaginaba situaciones parecidas que me llevaran, conectaran, con recuerdos reales y solucionados, para resolver este, para atravesar la barrera, para dejar de pensar en "como hacer?" me fastidiaba ser yo en el mismo juego otra vez.